lunes, 25 de noviembre de 2013

UNA FRASE ACERCA DE LOS BESOS

Hola a todos. 
Hoy, me gustaría compartir con vosotros esta interesante reflexión que hizo el filósofo Miguel de Unamuno acerca de algo que es sumamente romántico y que puede expresar más sentimiento que cualquier palabra bonita: el beso. 


Besos que vienen riendo, luego llorando se van, y en ellos se va la vida, que nunca más volverá.

lunes, 18 de noviembre de 2013

¿SIGO LOS CLICHÉS?

Hola a todos.
Son muchos los clichés que se pueden encontrar en la novela romántica.
1-La protagonista, que es casi siempre virgen tenga la edad que tenga.
2-El protagonista es un libertino que se ha acostado con muchas mujeres.
3-La protagonista puede ser una joven de clase social inferior al galán.
4-El protagonista es mucho más rico que su amada. En la mayoría de ocasiones, ostenta un título.
5-Aparece una ancianita adorable que ayuda a los protagonistas, que puede ser la abuela de él o la protectora de ella.
6-La espectacular primera vez de la pareja protagonista.
7-La heroína tiene un carácter alocado e impulsivo.
8-Tiene una amiga/prima/mejor amiga que tiene un carácter más tranquilo.
9-Los padres de la protagonista murieron tiempo atrás. Ella vive con sus tíos.
10-Él puede tener dos cosas. O bien también es huérfano. O bien vive con su madre y con un hermano o hermana menor.
11-Siempre hay un malo muy malo sin matices incordiando por ahí.
12-El malo secuestra a la heroína con suma facilidad y el héroe tiene que ir a rescatarla.
13-Si el malo hiere a la heroína y ella está a punto de morir, el galán se da cuenta de lo mucho que la quiere. La protagonista lo escucha y, repentinamente, se recupera y le dice lo mucho que lo ama.
14-Hay un epílogo en el que se les ve formando una familia super feliz y emapalagosa. En ocasiones, el epílogo muestra el parto de la protagonista. Casi siempre, da a luz a un niño. Si nace una niña por un casual, no se les nota demasiado la alegría. (Así es como lo veo).
15-Me resulta imposible creer que el protagonista no sea capaz de embarazar a cualquiera de sus amantes con las que puede estar liado durante meses y años. En cambio, embarace a la protagonista a la primera.
16-Lo guapísimos que son los protagonistas. Podría confeccionar una lista de Mary Sues y Gary Stues. Pero no hay tiempo.
El caso es que una ha leído demasiadas novelas románticas. Son mi género favorito.
Me gusta escribir novela romántica. Sobre todo, me gusta escribir novela romántica histórica. Pero no me gustan los clichés. Si hay algo que procuro evitar son los clichés. Sin embargo, es muy difícil escapar de ellos. He subido ya algunos relatos en mis blogs.
Así que ahí van mis preguntas.
-¿He logrado vencer a los clichés imperantes en novela romántica?
-¿He creado muchas Mary Sues? Odio a estos personajes. Pero no me doy cuenta de si las he creado cuando las escribo.
-¿Sigo los clichés que hay en las novelas románticas?
-¿Se pueden vencer los clichés cuando se escribe novela romántica?
Os agradezco vuestra sinceridad. Es una entrada un tanto chorra. Pero hacía mucho que tenía ganas de hacerla.

domingo, 17 de noviembre de 2013

UN PUEBLO DEL SALVAJE OESTE

Hola a todos.
Hoy, me gustaría hablaros de los pueblos del Salvaje Oeste. Todos hemos visto películas del Oeste y los pueblos que aparecen intentan ajustarse a cómo eran en aquella época.
Tenemos una cantina. En ese lugar, también conocido como saloon, tenemos a un pianista que toca el piano. A las prostitutas que ofrecen sus favores a los vaqueros. Al camarero que atiende tras la barra. Y también tenemos las típicas peleas entre vaqueros.
Tenemos una tienda donde se vende comida.
Podemos ver los postes donde se atan a los caballos. Y los cubos donde los caballos beben agua. Todo parece un cliché. ¿Verdad?
También está el hotel donde se hospedan los forasteros. La oficina del sheriff...Ese lugar ya os va sonando. Por no hablar del típico cartel de Se busca. 
Quizás me he dejado llevar por los tópicos.
Juzgad vosotros mismos.
Os voy a poner unas cuantas fotos de pueblos que parecen sacados del Salvaje Oeste.





martes, 12 de noviembre de 2013

LLEGA EL OTOÑO

Hola a todos.
Ya estamos entrando en la mitad de noviembre.
El veranillo de San Martín, una especie de verano corto en el que hace mucho Sol y las temperaturas son agradables, está tocando a su fin.
No tardarán mucho en llegar los fríos. Y, además, con ellos, también llegarán los vientos y las lluvias. Apetece pasar más tiempo encerrado en casa. Sin querer salir a la calle. Protegido del frío, de las lluvias.
Las hojas secas cubren los suelos. Los árboles van muriendo poco a poco delante de nuestros ojos.
Las noches son más largas y los días son más cortos.
Una nostalgia infinita se apodera de mí. Y es cuando más me apetece escribir, con una manta cubriendo mis piernas y con la estufa pequeña (mi ratita, como yo la llamo) pegada a mí.
Otoño...Romántico otoño...

lunes, 4 de noviembre de 2013

LA CONJURA DE LOS NECIOS

Hola a todos.
Tras una larga temporada sin dar señales de vida en este blog, me gustaría compartir con vosotros un fragmento de la conocida novela de John Kennedy Toole, La conjura de los necios. 

                    Cambiando el peso del cuerpo de una cadera a otra a su modo pesado y elefantiástico, Ignatius desplazó oleadas de carne que se ondularon bajo el tweed y la franela, olas que rompieron contra botones y costuras. Una vez redistribuido el peso de este modo, consideró el gran rato que llevaba esperando a su madre. Consideró en especial el desasosiego que estaba empezando a sentir. Parecía que todo su ser estuviera a punto de estallar, desde las hinchadas botas de ante y, como para verificarlo, Ignatius desvió sus ojos singulares hacia los pies. Los pies parecían hinchados, desde luego. Estaba decidido a ofrecer la visión de aquellas botas hinchadas a su madre como prueba de la desconsideración con que le trataba. Al alzar la vista, vio que el Sol empezaba a descender sobre el Mississippi al fondo de la Calle Canal. El reloj de Holmes marcaba casi las cinco. Ignatius estaba puliendo ya unas cuantas acusaciones cuidadosamente estructuradas, destinadas a inducir a su madre al arrepentimiento o, por lo menos, a la confusión. Tenía que mantenerla en su sitio.