Aunque ya ha pasado más de un mes desde San Valentín, en mi romántico y un tanto cínico (a veces) corazón (¡qué contradictorio! Lo sé) todos los días deberían de ser San Valentín. Ser románticos todos los días del año y no sólo una vez y porque nos veamos forzados a ello. ¡Eso no vale!
Hoy, me gustaría recordar a una de las grandes parejas que nos ha regalado la televisión en los últimos tiempos.
Se tratan de Mary y Matthew.
Ellos son los protagonistas de una serie preciosa que ha cautivado a todo el mundo y que posee la impecable factura de la BBC, Downton Abbey.
Mary es una joven que vive en la magnífica mansión Downton Abbey junto con sus padres y sus dos hermanas, Edith y Sybil. Las tres, al ser mujeres, no pueden heredar el condado de Grantham, por lo que sus vidas se ven alteradas con la llegada de un primo lejano del conde y único heredero, Matthew. El joven es un abogado que llega con su madre a la mansión y que no sabe nada de la aristocracia ni de las normas tan estrictas que ésta impone, por lo que su llegada provoca un brutal choque entre su manera de ser, acorde con el siglo que acaba de nacer, y los condes y la madre del conde, muy apegados a su estilo de vida.
También provocará un terremoto entre las tres hermanas.
Mary y Matthew se atraen y se repelen nada más verse. Son opuestos, pero se atraen.
Su historia de amor ha hecho suspirar a más de unos cuantos y ha arrancado también muchas lágrimas. Se espera que Matthew se case con Mary para que todo quede en familia, pero nadie ha pensado en preguntarles lo que sienten realmente.
Nadie podría llegar a imaginar que el amor tendría la última palabra en todo este asunto.
Y aquí os dejo con una de las imágenes más románticas de Mary y Matthew.
Espero que os guste.
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