Hola a todos.
La entrada de hoy es algo breve.
Todos los que escribimos sabemos que las Musas nos rondan.
Son ellas las que nos hacen escribir. Son ellas las que nos dictan lo que debemos escribir. Son ellas las que nos cuentan las historias que queremos escribir. Las historias que nacen de nuestro corazón. De nuestra mente...
Pero las Musas tienen un problema. He hablado muchas veces sobre ellas. Son reales. Aunque no podamos verlas.
Puede parecer una locura. Pero ellas forman parte de las vidas de los que escribimos. De los que escribimos ya sea narración o poesía o ensayo. De los que pintan. De los que esculpen sus obras ya sea en barro o en mármol.
Están ahí. Pueden desaparecer durante meses. Pueden estar ausentes durante años.
Pero, un día, regresan. Y lo hacen con tal fuerza que es inútil resistirse a ellas.
Tienes que hacer lo que ellas te dictan. No puedes resistirte.
Te impulsan a crear.
La Musa Erato, Musa de la poesía amorosa.
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