Hola a todos.
Hoy, me gustaría compartir con vosotros este precioso poeta de Elizabeth Barret Browning.
Se trata de una de las poetisas inglesas más respetadas de todo el periodo victoriano.
Su vida podría ser la de cualquier jovencita del siglo XIX, ya que se educó en casa y tuvo como profesor a su hermano mayor. Sufrió en su adolescencia la tuberculosis. Sin embargo, Elizabeth luchó por la abolición de la esclavitud.
Con treinta y nueve años y a punto de convertirse en una solterona, Elizabeth conoció al que sería su marido, Robert Barret. Tras una relación secreta, se escapó con él y se instalaron en Italia, donde la salud de la poetisa mejoró.
Murió en 1861.
El poema que os traigo se llama Cuando nuestras dos almas.
Se trata de un poema cargado de ternura, pero, al mismo tiempo, con mucha fuerza.
Espero que os guste.
Cuando nuestras dos almas se alzan firmes,
cara a cara, silenciosas, dibujando intimidades,
hasta que la extensión de nuestras alas se quiebra,
lacerando cada recodo, quemando cada curva.
Entonces ¿qué amargura de la tierra puede opacarnos
sin que en el otro encontremos eterno consuelo?
Piensa que, escalando alto, los ángeles nos contemplan;
deseando derramar una dorada, una perfecta melodía
sobre nuestro abismal y querido silencio.
Demoremos nuestros pasos por el mundo, amado mío;
huyendo del humor inestable de la humanidad
que aisla cruelmente a los puros espíritus.
Hagamos juntos un sitio donde permanecer de pie,
donde la felicidad de las horas sea amarnos por un día,
rodeados por la Oscuridad como única compañía.
Uy que lindo, te mando un beso
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado, Citu.
EliminarUn fuerte abrazo.