Aquí os traigo un cuento que a mí me cautivó cuando era pequeña.
Se trata del mítico cuento de Blancanieves y los siete enanitos.
Muchos de vosotros habréis visto la versión que hizo hace muchísimo tiempo Walt Disney. Es una película para niños, de acuerdo. Hay muchas canciones, Blancanieves es adorable, el Príncipe, aunque sale poco, es apuesto y los enanitos y los animalitos que aparecen son adorables (con referencias futuras a Bambi y a Tambor).
Pero también hay escenas oscuras y dignas de la mejor película de terror, como cuando Blancanieves huye de su madrastra psicópata y se pierde en el bosque, que se le aparece aterrador y amenazante. Luego, resulta que esos seres diabólicos que aterrorizaron a Blancanieves eran, en realidad, animalitos adorables que la consuelan con la canción más optimista que jamás he oído, Sonreír y cantar.
El fragmento que os traigo es bastante controvertido, ya que los enanitos ponen a Blancanieves una serie de condiciones si quiere quedarse con ellos.
Aquí os lo dejo:
Si mantienes la casa para nosotros, cocinas, haces las
camas, lavas, coses, tejes y mantienes todo limpio y ordenado, entonces puede
quedarse con nosotros y tendrás todo lo que quieras.
Trato de ponerme en situación. El cuento de los hermanos Grimm data del año 1812. Era otro modo de entender la vida y la mujer, en aquella época, era casi una especie de esclava de su marido y/o padre y/o hermano.
Pero sigue siendo una frase muy machista.
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