Hola a todos.
Me quedan dos añadidos que hacerle a mi fanfic La chica de los ojos grises.
Aquí os dejo con el penúltimo de ello, centrado en Stella y en Edmund.
Espero de corazón que os guste.
Edmund acompañó a los vizcondes en una Misa de aniversario. Hacía unos tres años que había muerto la abuela materna de Stella. Durante la Misa, Edmund se sentó al lado de Stella en el banco. La joven agradeció su cercanía. Había estado muy unida a su abuela. La echaba mucho de menos.
Su muerte, a raíz de un problema de páncreas, la había destrozado.
-Eres un buen hombre, Edmund-le dijo a su prometido cuando llegó la hora de darse la paz-Me alegro de haberte conocido.
Vio a su madre hablando con la madre de Samantha y de Maude. Lo mismo hacían los padres de las tres jóvenes. La gente se buscaba en la pequeña Iglesia para darse la paz. Los padres de Maude prácticamente la habían sacado a la fuerza de casa. Stella se sorprendió al ver lo deteriorada que estaba.
Stella tenía los ojos llenos de lágrimas.
Edmund acarició las mejillas de la joven con las manos, logrando que Stella no llorase. La besó de manera fraternal.
Como si fuesen hermanos.
-Me habría gustado haber conocido a tu abuela, Stella-le aseguró Edmund-Nos habríamos llevado bien.
-Habrías sido como un nieto para ella-auguró la aludida.
Maude se acercó tímidamente a Edmund.
Era la primera vez que le veía desde que él la rechazó. Sabía que él sólo tenía ojos para Stella. Lo notó en cuánto se acercó a ellos. Amaba sinceramente a aquella joven.
-Me alegro de que la quieras-le dijo a Edmund-Sólo espero que te haga feliz.
-Es imposible que alguien como Stella no me haga feliz-replicó el joven.
-Yo siempre te amaré.
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