Hola a todos.
Me ha llamado mucho la atención la falta de monjas en las novelas románticas.
No se habla mucho de temas relacionados con la religión en las novelas románticas. Incluso, pocas son las autoras españolas que introducen a un religioso en sus historias.
En el siglo XIX, la sociedad española era muy religiosa. No debemos de olvidar que un personaje muy influyente de este tiempo fue sor Patrocinio. Esta monja formaba parte de la Corte de la Reina Isabel. De hecho, ejerció una influencia notable sobre ella. Ya en su tiempo, sor Patrocinio tenía fama de Santa antes de morir. Profetizó la muerte a una persona. Pero también era bastante controvertida por su afición al dinero.
No obstante, en este periodo de tiempo, para muchas familias era todo un orgullo tener a un hijo sacerdote o a una hija monja. Poco importaba el origen de dichas familias.
Ese ambiente religioso se describe a la perfección en la mejor novela de Leopoldo Alas Clarín, La Regenta. Varias familias tienen hijos religiosos. Y se sienten orgullosas de ellos. Por eso, siempre me ha llamado la atención la falta de religiosos en las novelas románticas, sean de la época que sean. No todas las autoras lo hacen. De hecho, ahí tenemos a Joan, superiora de un convento en Amor Mágico, de Amanda Quick.
Pero no todas las autoras lo hacen, por no decir la mayoría. Un religioso podría dar juego en la historia.
¿No os parece?
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