lunes, 14 de julio de 2014

LA CHICA DE LOS OJOS GRISES

Hola a todos.
En el fragmento de hoy de La chica de los ojos grises, Edmund acude a visitar a Samantha y a Maude para saber más cosas acerca de Stella.
Y ocurre lo inesperado.

                                     Maude no le podía quitar la vista de encima a sir Edmund Templewood.
                                     La aparición de aquel apuesto joven en el salón de su casa la sorprendió mucho. Durante unos instantes, Maude tuvo la sensación de que volvía a ser una joven que leía novelas de amor. Y que un apuesto caballero venía a buscarla a su casa para llevársela consigo. Pero Edmund no venía a verla a ella.
                                    Samantha y Maude le recibieron en el salón de su casa. Le hicieron sentarse entre ellas en el sofá.
                                   Edmund sabía que Samantha era la mejor amiga de Stella.
-Me consta que no hay ningún secreto entre lady Stella y usted-comentó Edmund.
-Conozco a Stella desde que éramos unas niñas-admitió Samantha-Aunque, a veces, aunque es muy extrovertida, cuando se trata de sus sentimientos, se vuelve muy cerrada.
                                Maude trató de disimular su desilusión. Edmund era el prometido de la mejor amiga de su hermana menor.
                                No se trataba de un compromiso pactado. No había obligación alguna. Edmund estaba realmente enamorado de Stella.
                                Quería saber más cosas acerca de su futura esposa. Y tanto Maude como Samantha sólo podían hablar bien de Stella. Edmund las escuchaba hablar con atención.
-Stella será una buena esposa para usted, sir Edmund-le aseguró Samantha-Es una joven muy buena. Se preocupa por la gente que quiere.
                                  Le enumeraron todas las virtudes de las que hacía gala, en su opinión, Stella. No sólo era una joven hermosa. También era una joven recatada.
-¿Y ella está enamorada de mí?-quiso saber Edmund.
-Sospecho que Stella alberga algún tipo de sentimiento hacia usted-contestó Samantha-Pero no hemos podido hablar mucho acerca de su compromiso. Yo también me voy a casar. Y, por desgracia, no estoy nada contenta con mi futuro matrimonio.
                                 Maude fulminó con la mirada a Samantha. Pensó que, por desgracia, su hermana menor era igual que había sido ella. Una tonta romántica que creía que lo que se contaba en las novelas de amor era real. Y, en realidad, todo era mentira.
-Sir Edmund no ha venido a hablar de tu compromiso, Sam-regañó con suavidad a la joven-Ha venido a hablar de Stella. ¿Por qué quiere saber si ella está enamorada de usted, señor? Hasta donde tengo entendido, usted pidió su mano a sus padres. Creía que era por el título. O por la dote...
-Los vizcondes de Carson son muy ricos-contestó Edmund-Pero la Templewood and Ransom Company, la compañía que mi socio Darius Ransom y yo hemos fundado, está empezando a funcionar. Nos está reportando unos excelentes beneficios. No busco una esposa rica. No necesito una esposa rica. Tan sólo necesito una amante y una compañera.
                             El corazón de Maude empezó a latir a gran velocidad. Edmund hablaba con pasión de Stella. Sus ojos brillaban a la hora de hablar de la joven. El rostro de Edmund se iluminaba al pensar en Stella. Al pronunciar su nombre.
                            Había conocido a la que sería la mujer de su vida en el mes de enero. No podía sacársela de la cabeza. Nunca pensó que pudieran existir los flechazos. Pero cambió de parecer cuando Stella llegó a su vida. Ella había trastocado todo. No tenía cabeza para pensar en los negocios.
                            Su socio le veía distraído. Y su distracción tenía un nombre. Stella...

2 comentarios:

  1. Uy que lindo que es Edmund adore este capítulo te mando un beso y te me cuidas

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    1. Me alegro mucho de que te haya gustado, Citu.
      Un fuerte abrazo.

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